Hace unos días, una clienta me escribió para contarme algo que me alegró el día:
“Mi perro ya no se pone tan nervioso cuando me voy. Le dejo vuestra pelota con premios y se queda súper entretenido.”
Su perro sufría ansiedad por separación: lloraba, ladraba, caminaba de un lado a otro en cuanto ella cogía las llaves.
Un comportamiento muy común que, si no se gestiona, puede empeorar con el tiempo.
¿Qué hizo diferente?
Probó con algo muy sencillo:
✅ Le dejaba la pelota activa con un poco de comida húmeda o premios
✅ A veces incluso la congelaba para que le durara más tiempo
Este tipo de juguetes estimulan el lamido y la concentración, lo que ayuda a relajar al perro y redirigir su energía. No es una solución mágica, pero puede marcar la diferencia en muchos casos.
¿Por qué funciona?
El lamido libera endorfinas y calma al perro.
Además, convertir el momento de quedarse solo en una experiencia positiva (o al menos, más llevadera), reduce poco a poco el nivel de ansiedad.
¿Tu perro también lo pasa mal cuando te vas?
Aquí te dejo algunas ideas que puedes probar:
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Usa juguetes de estimulación mental como la pelota activa
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No hagas un drama al salir ni al volver: ignóralo unos minutos
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Acostúmbralo con salidas cortas y frecuentes
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Deja ropa con tu olor o sonidos que le calmen
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Crea una rutina predecible
👉 Puedes ver la pelota activa aquí: Ver pelota activa
Y recuerda: si notas que la ansiedad persiste o empeora, no dudes en consultar con un educador canino. Cada perro es único y merece una solución adaptada 🤍